16 de mayo de 2010

Don Juan VAlera



Juan Valera nació en Cabra (Córdoba) el 18 de octubre de 1841,
Su madre representa el ambiente aristocrático de la época y su padre militar de carrera.
Realizó filosofía en el seminario de Málaga.
Publicó sus primeros versos en El Guadalhorce, un periódico de Málaga,
también compone sonetos de imitación a Lamartine. Sus primeros triunfos locales fueron en la revista La Alahambra, mas tarde marcho a Madrid a continuar sus estudios de Derecho, Valera sufre sus primeros
amores,se enamora de Gertrudis Gómez, que mas tarde inspira en el autor sentimentales versos.


Una vez terminada la carrera de derecho se encuentra en Madrid abogado y sin empleo, frecuenta los teatros y las tertulias esperando un buen empleo, se le consideraba un hombre de mundo, de agradable conversación y cultura.


En este fragmento encontramos la carta que manda Valera a su amigo
Juan Navarro Sierra, dónde le cuenta su estancia en Madrid y su entrada
en la diplomacia:

“Me vine a Madrid con el intento de buscarme alguna ocupación lucrativa y honrosa, con cuyo objeto venía decidido a pasar un año con un abogado y después abrir bufete; pero como mi fuerte no es el trabajo, y menos de esta clase, ahorqué la toga, quemé la golilla y, aprovechándome de una buena coyuntura, me metí de patitas en la diplomacia, donde con bailar bien la polca y comer pastel de foiegras, está todo hecho”


Después de ser nombrado en la diplomacia de la época Valera marcha a I talia, en su estancia en Italia le vuelven a surgir encuentros amorosos,
el primer encuentro fue con una dama llamada Saladita, y más tarde con la marquesa de Bedmar y princesa de Cancacuceno, Lucía Palladi.




A finales de 1849, conoció en Italia a don Serafín Estébanez, un escritor castizo que influye seriamente en la vida de Valera






«Quién me preparó sólida y macizamente para ser escritor castellano, en prosa y en verso, fue el famoso don Serafín Estébanez Calderón, cuyo ingenio, cuyo saber y cuya manera de sentir y expresar lo que siente son dechado, mapa y cifra de españolismo»

A finales de 1849 abandona Nápoles para regresar a Madrid, donde surgen momentos difíciles en su vida.
Me vine a Madrid con licencia, y me vine tan atolondrado, que no hice aquí sino disparates y tonterías en un año que estuve. Iba al Café del Príncipe, al Prado, a tertulias de trueno, y apenas si leía ni escribía, ni me ocupaba de nada serio. Mi familia, al ver que era muy costoso y que para nada servía, ni para abogado, ni para periodista, ni para literato, determinó que no servía sino para diplomático, y que si no había de arruinarla, era menester que ya me diesen sueldo3.



Se trasladó a Río de Janeiro como secretario Legación de Delavat Vivencias que más tarde formaran parte de su novela Genio y figura, según dijo el propio Valera era una historia totalemente verdadera.
En septiembre de 1853 regresa a Madrid y colaboró con la prensa con artículos literarios y políticos.En la Revista Española de Ambos Mundos publicó «Del Romanticismo en España y de Espronceda»
Viaja a Rusia en 1857 bajo las órdenes ded Duque de Osuna, en estos años Valera reconocido y respetado entre los cenáculos literarios.
Más tarde fundó junto a Caldeira y Sinibaldo de Mar, la Revista Peninsular donde publicó varias poesias y un ensayo de Las Escenas
Andaluzas del Solitari,también colaboró en la revista El Semanario Pintoresco Español, La Discusión, El Museo Universal, La América
publicaciones de gran importancia en la prensa madrileña de la época.
En 1858 es elegido diputado a Cortes Archidona, un gran repertorio de conferencias y artículos que protagonizan la vida de Valera.
Él quiso fundar un nuevo periódico satírico literario “La Malva” con la colaboración de Miguel de los Santos Álvarez y Alarcón.
En 1860 colabora en la revista El Cócora. En este mismo año José Luis Albareda pide a Valera que ocupe el puesto de redactor en el periódico El Contemporáneo.

«Yo le dije que sí, pero no sabía si acertaría yo a escribir de prisa y de política militante; que en mi vida las había visto más gordas; que yo había escrito muy reposadamente de literatura, pero, en suma, entré de redactor, y desde entonces me metí de veras en la vida política. La historia de El Contemporáneo es, desde entonces, mi historia. En él he escrito artículos de fondo, sueltos, gacetillas, crónicas parlamentarias, variedades literarias, y hasta alguna que otra copla, a pesar de la fecundidad de Correa»

El 10 de febrero de este mismo año publicó en la seccion de folletines su novela Mariquita y Antonio, al año siguiente es elegido miembro de la Real Academia de la Lengua.En este mismo año ocurre un momento importante en su vida, su matrimonio con Dolores Delavat en París, en la iglesia de San Pedro. Entre 1867 y 1871 aparecieron los tres tomos t raducidos por Valera. El 24 de febreo de 1872 es nombrado director general de Instrucción Pública, cargo político que perdió debido a los sucesos ocurridos en estas fechas.



En mayo de este mismo año empieza a publicarse Pepita Jiménez en la Revista Española.Utilizó recursos en sus narraciones que servirán para explicar sus pensamientos hacia la novela.
En este año conoce también al joven Marcelino Menéndez Pelayo,recién llegado a Madrid. Por estas fechas publica El comendador Mendoza
El 30 de julio de 1878 manda una carta a Menéndez Pelayo comunicandole que a empezado una nueva novela Doña Luz, de la que l leva escritos cuatro capítulos, El 18 de abril de 1878 en una breve carta:

«Mi querido amigo don Marcelino: ahí va un ejemplar de Doña Luz para usted. No quiero y quiero -vorrei e non vorrei- que diga usted algo con su firma en los periódicos santos»

En Doña Luz todo esta rondando el ambito idela religioso y la necesidad de reconciliar la naturaleza y el espíritu




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En 1895 llego el comienzo de una nueva etapa de creación novelistica.


Se publicarón sus tres novelas Juanita la Larga (1895) Genio y Figura (1897) y Morsamor (1899).


En el umbral de la muerte no puede redactar sus novelas a causa de su ceguera.El 13 de narzi de 1905 escribio a su gran amigo el doctor Thebussem.





«Muy leves son ya las esperanzas que me restan de componerme y de valer para algo. Lo probable es que los tres o cuatro libros que tengo empezados, a saber: Elisa la Malagueña, la Metafísica a la ligera y Meditaciones utópicas sobre la educación humana, se queden sin terminar y me lleve yo al otro mundo lo mucho que me falta aún por escribir, para que dichas obras queden completas»6

El 18 de abril Valera fallece.

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